Dos versiones

Es un hecho ciertísimo que el título académico de doctor no quita lo pendejo, ni aun siendo otorgado por la Ivy League. Tenerlo o no tenerlo no es cuestión de capacidad o talento, sino de saber jugar el juego, cumplir protocolariamente con los requisitos, gestionar con destreza y, conforme reza la convocatoria, llenar y agrupar los documentos bajo la prospectiva de figurar como validado:

Dear Dr. Luis A. López Soto:
I am pleased to inform you that your presentation "Dos versiones de Augurios: Rubén Darí­o y Octavio Paz, modernismo y neovanguardia" has been included in the final program for the 2007 Kentucky Foreign Language Conference, in a session on Modernismo y la Vanguardia.


En este caso mío, lo juro por Dios (que me mira) no haber mentido en mi documentación. Todo se debió a una mera atribución externa, a distancia y motivada por el lenguaje de pasarelas curriculares en este tipo de eventos. ¿Debería, por honor a la verdad, a la prudencia y a las buenas maneras, escribir a Kentucky aclarándoles el dato de que no poseo tal título? ¿Seré un pendejo si lo hago?