Folklore a huevo o el fascismo de izquierda


Fabrizio Mejía Madrid nos cuenta en un relato non fiction acerca de su estancia en Venezuela o, más bien, Chavezlandia:

“Atravesamos los estados de Carabobo y Cojedes al ritmo de joropo en la radio. Me parece curioso que los venezolanos estén tan metidos en su propia música.
—No hay de otra –dice el taxista Richard–. Por ley, el 50 por ciento tiene que ser música venezolana y, de ésta, el 30 por ciento regional. Al menos se libran de Britney Spears, pienso, pero no quiero que se confunda mi gusto musical con un llamado antimperialista que siempre termina por recordarnos la pérdida de la mitad del país, nos envolvemos en la bandera de cómo nos han chingado, y lo felices que somos los latinoamericanos oyendo requintos y arpas. Se hace un silencio.”
Así es. Al parecer el gobierno tristemente retrógrado y populista del comandante en jefe, Hugo Chávez, ha dado muestras de su vil autoritarismo populachero, es decir, el fascismo a secas, más allá de las geografías ideológicas. Ha puesto en vigor una antigua ley sobre la música que ha de tocarse en la radio.
El joropo, género tradicional venezolana, es hoy el género del régimen. Si escuchas a u2 o Metallica, eres un traidor a la patria. Bah. El joropo es muy de mi gusto, pero regularlo por ley, por favor...